Desde que
empecé a sentir ese cosquilleo en mi vientre, por segunda vez, he recibido
comentarios de todo tipo, desde los más agradables, hasta los más absurdos,
como este: Al segundo hijo, se le quiere menos!
No entiendo
cómo nació semejante bobería, que con tan solo escucharla hace que mi hígado
hierva.
Hasta ahora
no he atinado a contestarle a las personas que emitieron este comentario, por respeto creo, sin embargo quería escribir a modo de reflexión, lo que me esta pasando.
No entiendo,
no comprendo, como nació esta frase, quizá fue porque el segundo bebé viene
cuando estamos un torrente de cosas, atender al bebé mayor, organizar la casa,
tal vez ir a trabajar, qué sé yo… Aunque igual no es justificación para decir
abiertamente que amamos menos, a un ser que también se formó dentro de nosotras,
que nació de nosotras y que es parte de nuestro corazón, para toda la vida.
Que al
segundo hijo, se le quiera menos, parece más una frase de alguien que vivió resentido y que llegó a una conclusión absurda…No puedo
creer que se le quiera menos, pues entonces al tercero se le querrá poquito y
al cuarto ya llegaremos sin corazón..
Anhelamos a
cada uno de nuestros hijos, no como la
primera vez, eso es mentira, lo anhelamos
según el tiempo en el que estamos, vivimos el momento, disfrutamos
nuestro rol y nos sentimos capaces de amar sin límites, porque por eso somos
sus madres.