Diferentemente, únicas 

De pronto dijo ¡mamá!. Me sentí sobre las nubes, mientras él seguía repitiendo mamá, mi corazón se aceleraba. Ma   maaa maaa.

Podría decir que a todas nos pasó igual, que todas experimentamos lo mismo; pero es mentira, seria encasillarnos en un mismo pensamiento, cuando sabemos que no es así, pues el ser mamas no hace únicas, sí, pero diferentes a la vez. 

Tenemos diferentes gustos, diferentes ideales y aunque nuestro fin común es amar a un pequeñito o pequeñita con todas nuestras fuerzas, todas lo hacemos, pero por diferentes caminos.

Hoy he visto mucho y he escuchado más: que si das de lactar, que si das biberón, que si pujaste o preferiste la cesárea. Un sin fin de cuestionamientos que solo están logrado crear barreras entre nosotras, cuando la historia debe ser diferente. 

Por mucho tiempo hemos luchado para que nuestra labor sea reconocida, una labor de compromiso, de entrega, de decisiones y de espera, una espera dolorosa, pero que aceptamos como parte de la vida, el verlos desplegar sus alas, es una herida que jamás sana.

Madres somos valiosas, con diferentes ideas, concepciones, percepciones. Seguimos siendo nosotras. Las mujeres valerosas y valientes que luchan por formar personas de bien. Dejemos de discutir por quién tiene la razón y centrémonos en nuestra meta, una meta que no es fácil, pero que se logrará si contamos una con la otra. 

Linda Ortiz Ramos

Yen Bravo Larrea